En México, el Che comienza la práctica sistemática del ajedrez, en los ratos libres que le deja el entrenamiento similar de los futuros expedicionarios del yate "Granma". Alberto Bayo, general republicano español, quién era el instructor militar de los revolucionarios, era el contrincante asiduo del Che.
Luego del triunfo de la Revolución cubana, el 1ero de enero de 1959, el Che aprendió a jugar béisbol, jugó fútbol pero sobre todo se consagró a la práctica del ajedrez, hasta el punto de que en Cuba se le considera como impulsor de ese juego ciencia en Cuba.
El Che participó así en competencias simultáneas, auspiciando eventos y participó en los campeonatos internacionales "Capablanca in Memoriam".
El MI Eleazar Jiménez, varias veces campeón nacional cubano en los ´60, recuerda al Che:
" A veces uno lo veía competir en los torneos de los centros de trabajo...y pensaba que era uno más...pero nada más alejado de la realidad, era un jugador fuerte, que conocía mucha teoría y la aplicaba bastante bien en la práctica ".
" Le gustaba mucho jugar rapid trans a 5 minutos y era frecuente que al concluir la sesión de algún Capablanca se sentará con algunos cubanos o extranjeros de calidad para efectuar este tipo de partida".
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